miércoles, 4 de marzo de 2015

TEXTOS DISCONTINUOS

La colección La competencia lectora desde PISA, que forma parte de la Serie MaterialeS Para DocenteS del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), tiene el propósito de ofrecer a los profesores de educación secundaria y media superior herramientas didácticas que les apoyen en su trabajo en el aula y les permitan aprovechar al máximo la información presentada por la prueba PISA (Programme for International Student Assessment). 

En correspondencia con la línea de publicaciones dirigidas a los docentes, y una vez que los resultados de PISA 2009 se han dado a conocer _cuya área de énfasis fue la Lectura_, se presenta esta colección con el interés de aportar elementos que permitan responder a una pregunta constantemente planteada por los profesores: ¿cómo puedo mejorar la competencia lectora de mis estudiantes a partir del enfoque de PISA? 

Los cuadernos que conforman esta colección, organizados a partir de los tres formatos textuales que maneja PISA (continuo, discontinuo y mixto), se conciben como una herramienta didáctica cuyo contenido incluye elementos concretos para facilitar el trabajo analítico, práctico y reflexivo que realiza todo alumno en la búsqueda por el dominio de la competencia lectora. El objetivo de esta herramienta es contribuir al enriquecimiento de las intervenciones docentes para mejorar las capacidades cognitivas de sus estudiantes. 

En particular, en este cuaderno titulado Los textos discontinuos: ¿cómo se leen? se brindan estrategias didácticas a los profesores de educación secundaria y media superior para fortalecer la adquisición de conocimientos de sus estudiantes, lo mismo que mejorar sus habilidades y actitudes en el dominio de los procesos cognitivos implicados en la lectura de textos con formato discontinuo. 
Este cuaderno contiene un apartado inicial denominado “¿Cómo concibe PISA la competencia lectora?” En él se sintetiza el marco de referencia presentado en el reporte de resultados México en PISA 2009, e integra la definición ampliada de la competencia lectora utilizada en ese momento, así como una breve explicación acerca de las tres dimensiones que la conforman (textos, procesos y situaciones) y la tabla de niveles de desempeño en que se organiza. 

La segunda parte, “La competencia lectora en textos con formato discontinuo”, es el eje de este material. Su elaboración corrió a cargo de Eleonora Achugar Díaz y en ella se presentan diversos textos y variadas estrategias que ejemplifican cómo abordar los procesos identificados en esta competencia; además, la autora añade reflexiones y sugerencias didácticas que muestran al docente cómo recorrer ciertos caminos de lectura y cómo enseñarlos. 

Es importante mencionar que si bien los textos y las rutas de lectura sugeridas buscan ejemplificar las tareas descritas en los distintos niveles de desempeño, no significa que dichos niveles se asocien a la dificultad de los textos, más bien ésta se define a partir de las tareas de lectura solicitadas que condicionan tanto el acercamiento como el grado de profundidad con el cual se desea leer. 

De igual modo, aunque los materiales de lectura utilizados en este cuaderno sean relativamente cortos, esto no sugiere que deban utilizarse dentro del aula textos con una extensión semejante. Los materiales y las estrategias incluidos son sólo ejemplos con los que se busca mostrar distintos caminos de lectura que posibiliten la comprensión de los grados de complejidad descritos en la tabla de niveles de desempeño. 

En función de sus objetivos didácticos, el docente deberá diversificar la extensión y complejidad de sus materiales de lectura, lo mismo que sus formatos, tipos y temáticas con la intención de favorecer una práctica más rica, variada y de interés para sus estudiantes.

El objetivo final de la colección La competencia lectora desde PISA es apoyar a los maestros en la formación de lectores interesados en los textos escritos, que cuenten con las herramientas para comprenderlos, para localizar información, interpretarla y ejercer una opinión fundamentada en torno a los mismos.
 Y, por supuesto, impulsar en la escuela el desarrollo de un hábito de lectura que sea parte de la vida cotidiana de los estudiantes, que contribuya informándoles y formándoles como sujetos activos y responsables dentro de la sociedad, es decir, fortalecer una competencia lectora que los haga ciudadanos en toda la extensión de la palabra.

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